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Mayo marcaría el principio del fin de la recesión

La consultora Analytica plantea que si soluciona el tema de la deuda, mayo registraría el piso de caída en la economía. Se basa en indicadores de mayor movilidad y de demanda de energía.

Actividad económica en crisis
Actividad económica en crisis | CEDOC

En una semana crucial para la definición de la deuda, el resultado de la negociación con los acreedores será también un condicionante de la evolución de la actividad económica. Según la consultora Analytica, si se llegara a una solución en la deuda que evite el default, la economía podría registrar en mayo un piso en la caída de la economía. 

En coincidencia con el punto final de la etapa dura de la cuarentena diez días atrás, nuestra proyección indica que mayo marcaría el principio del fin de la recesión, aunque con un gran condicionante a resolver, como es alcanzar una salida ordenada de la reestructuración de deuda”, planteó el análisis.

En ese sentido, la consultora evaluó que “sin default, comenzaría a reducirse la incertidumbre,  y el consumo, con las prevenciones de una salida de crisis aguda, podría repuntar para que a partir de julio el PBI empiece a mostrar variaciones positivas mes a mes”

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Analytica fundamentó que “observando los datos de movilidad que mide Google a través del sistema de GPS y de demanda de energía eléctrica como un ´”proxy” del movimiento de la producción, concluimos que la economía está tocando piso en mayo”. 

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El informe señaló que “las restricciones a la movilidad no muestran aún cambios sustanciales en las actividades clave por su peso en el PIB y en los puestos de trabajo (comercio y recreación, con una caída del 70% respecto de sus valores habituales). 

“Sí en las denominadas “esenciales” (expendio de alimentos y bebidas y farmacias, con una caída de apenas 20% respecto de sus valores históricos)”, precisó. 

También alegó que la demanda de energía eléctrica “es un indicador líder para anticipar la evolución de la actividad ante restricciones en la movilidad” 

Al respecto, sostuvo que aunque esta demanda “se muestra estable, en promedio, en niveles de fines de marzo, todo hace pensar que el levantamiento parcial de las restricciones impulsaría el consumo de energía, con gran heterogeneidad entre sectores”.

En ese marco, el estudio indicó que los sectores más dispersos geográficamente, como la construcción y los productos metálicos, “muestran una mejora en la demanda de energía de hasta 40% en los primeros días de mayo”. 

En cambio, aquellas actividades muy dependientes de inyecciones de capital, como las producciones de petróleo y de aluminio, registran “retrocesos en promedio del 30% en la demanda eléctrica respecto del promedio de marzo antes del inicio de la cuarentena”.

En estos casos, la consultora explicó que “el conflicto por la deuda y los efectos globales de la pandemia afectan el costo del capital y el precio de las materias primas, forzando a esas compañías a recortar sus inversiones”.

En este contexto, Analytica proyecta que “la conjunción de mayor movilidad y más demanda esperada de energía eléctrica llevan a pensar que el mes de mayo será el valle recesivo”.

DUDAS Otras consultoras, por ahora, no se animan a vaticinar que este mes marcará el piso de la recesión porque hay tantos factores que juegan que se hace dificil predecirlo.

Así,  Guido Lorenzo, economista jefe de LCG dijo a PERFIL que en esa consultora también vislumbran a mayo como “el mes más comprometido por la pandemia” pero consideró que “es imposible” saber si efectivamente será el que marque el piso de la recesión.  

“Me parece más importante la velocidad de recuperación que pensamos que es lenta, así que más que el piso nos interesa la dinámica del año que está lejos de mostrarse como una suerte de rebote rápido. 

“Es una crisis que se suma a los desequilibrios que tiene nuestro país, es por ello que se puede esperar cualquier cosa. Si fuera un país normal te diría que mayo es el piso”, razonó.

En el último Relevamiento de Expectativas de Mercado difundido el 8 de mayo por el Banco Central, los analistas privados proyectaron una caída del PBI para este año 7%, y por el impacto de la cuarentena  esperan en el segundo trimestre una retracción de 9% con respecto a los primeros tres meses del año, y preven que se inicie la recuperación en el tercer trimestre con un crecimiento estimado de 2%.